Bienvenidos al año lectivo 2016

Les regalamos el cuento que leyeron los niños de 1º B en su primer dia de clases


Tibilí, el niño que no quería ir a la escuela


Tibilí, es un hombrecito de seis años que se ríe de la mañana a la noche.
Y seguiría riéndose en la cama si no se cayera de sueño de tanto correr y jugar todo el día.
Un día, sin embargo, Tibilí deja de reírse:
Su mamá acaba de decirle que pronto tendrá que ir a la escuela.
Tibilí no quiere ir a la escuela.
No quiere estar encerrado en una clase, frente a una pizarra triste, triste como el aburrimiento.
Tibilí no necesita saber leer ni saber escribir.
Prefiere leer como su abuelo, no sobre el papel, sino en el cielo, donde, de día, canta el sol, y de noche, baila la luna.
Prefiere leer sobre la tierra roja del camino, donde miles de animales de todos los colores van y vienen arriba y abajo sin que nadie los obligue a ir a la escuela.
Tibilí no quiere cambiar su ropa roja tan bonita y tan alegre por un uniforme de un color tan soso que, si se sentara en la playa, lo podrían confundir con la arena y lo podrían pisar.
Por eso Tibilí está triste.
Pero ¿qué puede hacer para no tener que ir a la escuela?
Las lunas suceden a las lunas, y la escuela va a empezar pronto.
Le pregunta a Kumi, el murciélago, que medita colgado en su rama. Kumi le responde: –Cuando llegue el día de ir a la escuela, te acuestas y te retuerces, y dices que te duele la barriga.
Tibilí piensa que no podría fingir que tiene dolor de barriga todos los días. Además, a Tibilí no le gusta decir mentiras a su mamá.
Interroga a la araña Crope, que siempre lo sabe todo. Crope le dice: –Sólo veo una solución: ve a buscar el cofre de la sabiduría.
Está enterrado cerca del río, entre el papayo y el tamarindo. Sácalo con precaución, ábrelo y encontrarás lo que buscas.
Tibilí va corriendo hasta el río, escarba el suelo entre el papayo y el tamarindo. Nota un objeto muy duro y lo saca. Es un cofre. Intenta abrirlo, pero no lo consigue.
Ku-kut, la ave, le grita: –¿Qué haces, Tibilí? –Intento abrir el cofre de la sabiduría.
–Es muy fácil. Sólo tienes que leer la placa que está debajo del cofre. Allí lo explica todo.
Tibilí le da la vuelta al cofre, baja la cabeza tristemente, y no dice nada. –¿Y ahora qué pasa?– dice la ave. –No sé leer.
–¿No sabes leer? ¡JA! ¡JA! ¡JA! ¡NO SABE LEER!, grita para que lo oiga todo el mundo. ¡NO SABE LEER!, repiten las aves. ¡NO SABE LEER!, responde el eco.
Tibilí vuelve a dejar el cofre en su escondite lo cubre con tierra y se va.
Cuando cree que las aves ya no lo pueden ver, echa a correr hasta llegar a su casa y le pregunta a su mamá: –¿Falta mucho para que empiece la escuela?
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Marie Leonard, Tibilí, el niño que no quería ir a la escuela, Andrée Prigent, ilus. México, SEP-Juventud, 2008.




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