Aquella noche del 9 al 10 de julio hubo una fiesta en la Casa del Congreso y otra popular, en la plaza de la ciudad.
Había que festejar la declaración de la Independencia:
“Nadie quedará fuera del festejo, gritaban a viva voz los vecinos.”
En la Escuela 2,tampoco.
"Nadie quedará sin festejar".
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