Buenas tardes, me presento, mi nombre es Sandra Moreno , soy la nueva maestra bibliotecaria de la escuela en el turno tarde. Seguramente a lo largo del año compartiremos muchas experiencias en este espacio.
Hoy los invito a leer este cuento.
Un mar de fueguitos de Eduardo Galeano (1940-2015)
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de
Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado,
desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las
demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y
fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni
se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida
con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se
enciende.”
